Inexplicablemente estamos solos, solos por siempre y así es como debía ser, nunca debió ser de ninguna otra manera; y cuando empiece la lucha de la muerte lo último que quiero ver es un corro de rostros humanos rondándome; prefiero que sólo estén mis viejos amigos, los muros de mi ser, que sólo estén ellos.
he estado solo pero rara vez me he sentido solo. he saciado mi sed en el pozo de mi ser y el vino era bueno, el mejor que he bebido, y esta noche sentado contemplando la oscuridad por fin entiendo la oscuridad y la luz y todo lo que hay entre una y otra
la paz del alma y el corazón llega cuando aceptamos lo que hay; habiendo nacido en esta extraña vida debemos aceptar la apuesta perdida de nuestros días y alegrarnos en cierta medida del placer que supone dejarlo todo atrás.
no llores por mí. no llores mi pérdida. lee lo que he escrito y luego olvídalo todo.