Hay un momento de tu vida, cuando te rompes al grado de perderte y te das cuenta que has dejado de ser tu. Entonces tomas conciencia y comienzas la travesía para volver a encontrarte.
Recuerdo esa ocasión, perdí tanto la cabeza que hoy volteo a ver esa escena y no me reconozco, pero quizá esa sea la mejor manera para darse cuenta, para decidir no volver a estar en esa situación.
Entonces te alejas de esas personas que te hacen daño, te alejas de esos hábitos que te matan lentamente, y evitas a toda manera, permitir que roben la paz que tanto te ha costado recuperar.
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